El mágico mundo de las palabras, el anochecer crispado de un natalicio no deseado.

Las palabras, esa caravana de letras que llevan todo tipo de carga, que pagan peajes y ganan cachetazos.


O quizas te hacen ganar un "Dale, llamame" para que nunca te atiendan. Es en este carrousel dialectico en donde en cada vuelta podemos agarrar la sortija, y para sorpresa, a veces el regalo, no es otra vuelta.

INGENUO es anagrama de GENUINO, 

así como la expresión ¡Yo voy! es capícua, 

acá, y del otro lado del mundo.


Así como cada oasis es un respiro para el camello, cada vuelta semántica es un viaje a una tierra mas fertil (?), donde florecen la poesía y la costumbre del gallardo caballero.

Por las dudas: ayer, hoy y siempre, la mocha es atea. (?).