Oh coco, pretéjeme tanto
del día como de la resaca,
provéeme siempre de noche,
fiesta y alegría,
y no me dejes sucumbir ante la tentación de la
mañana.
Para tener en una estampita, para rezarle cada atardecer, cuando la noche se acerca y la previa se empieza a erigir de entre la nada, así como dios
Por que la noche es pura, y hay que serle fiel.