18 jul 2010

Tips para el tipo fiestero I

Llega un momento en la vida del hombre, en que se da cuenta que se ha rendido a la fiesta total.


Bien, como abordar ese nuevo modo de vida, que de ahora en mas sera rutina, pero no la rutina rutinaria, pues,cada fiesta es siempre, siempre distinta a la anterior.


Por que para el fiestero lo peor es que la fiesta haya pasado, siempre ha de estar de fiesta, o, al menos, planeando una nueva fiesta.


¿Todas las fiestas se encaran igual decís?


NO.


Pero sin embargo, hay pequeños detalles que hacen que uno siempre quede bien, y por sobre todas las cosas, que siempre este enfiestado.


Entre estos esenciales detalles, hay uno que suele ser menospreciado, quizás quien lo tenga sea tildado de trolo, homosexual, gay o careta.


Pero en los pequeños detalles se hacen las grandes diferencias, decía uno y repetía Luis Ventura. 
He aquí que este aliado del minimalismo es, ni mas ni menos que:     EL CHICLE.


El tener un chicle en la boca durante lapsos de la fiesta calmara ese peligroso vaho, enemigo del diablo, que despide esa boca que ha sido regada como por ejemplo por el fernet.


Claramente, ese hedor etílico haría peligrar las más de las circunstancias en las que el fiestero tipo se encuentra tratando de aprontar una damisela, tratando de abrazarla sin brazos, cual serpiente que abraza a su presa.


He aquí este minúsculo adminiculo que conlleva la gran ventaja de simular un campo floral en esa boca en la cual se prueban armas nucleares.


El fiestero inteligente, el que nunca se cansa pero siempre esta atento sabe que el chicle es un arma letal, y por eso, no duda en tener su bolsillo trasero cargado con estas municiones.


El fiestero sabe que en el alcohol se esconde parte de su vergüenza, y que cuando la multitud es grande, es difícil encontrarla.
Por eso recurre al espíritu de las bebidas, en un acto que antaño era realizado por tribus nórdicas, donde los guerreros eran bañados en brebajes que exacerbaban sus capacidades de batalla.


EL fiestero y el alcohol es una sociedad sin fines de lucro, en la que le fiestero es quien le dice al alcohol, hacia donde dirigirse.


Y el chicle es quien da ese manto de elegancia, esa silueta de bailarin en un tsunami de palabras, el chicle es el director de orquesta en ese juego de miradas con las damas.


¿Luce el chicle? No.
¿Marca diferencia? Sí.


Un fiestero con rico aliento es LA FIESTA.


Tan simple, tan concreto.

1 comentario:

  1. He aquí este minúsculo adminiculo que conlleva la gran ventaja de simular un campo floral en esa boca en la cual se prueban armas nucleares.

    vos tendrias que salir de joda con guillote y el richrad

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