20 mar 2010

Tsunami de pelotudos.

Ayer salí de casa y me puse el pilotín y abrí el paraguas.
Pensé, "soy un crack, asi la re zafo".


ILUSO que fui.


Llovia pelotudos de punta, tan pero tan fuerte que uno me agujereo el paraguas.


Ahí nomas, reaccioné, lo ví y le meti medio pie en el ojete. Todavia no cayó...
Dejame de joder, no se puede andar tranquilo ni en la calle.
Asique seguí, tranqui, silbandome un tango, esquivando charquitos. Piola.


Cruzo, pin pun, uno se me para (me tengo que sacar el auricular) y me dice una boludez.


En ese momento me acorde de un pariente mogólico que tuve hace 476 años y le meti tal gancho de derecha que le deje las carretillas al costado del camino.


Asique volvi a casa rapido, corriendo casi, pisando los charcos, con la cintura acalambrada de tanto esquivar pelotudos.

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